Cuando oyes por primera vez esa canción que exactamente sabe
plasmar como te sentiste en ese momento, como dice tan claramente lo que tu no
te atreviste a decir, como usa palabras o incluso frases que tu estuviste a
punto de decir pero te callaste. Es la forma que tiene la vida con casualidades de decirte que nunca debes callarte nada, porque te arrepentirás
menos de lo que haces que de lo que dejas sin hacer. Las palabras no
pronunciadas son las más que pesan, los besos no dados los mas que se
recuerdan, los momentos no vividos los más que duelen. Por eso no dejes nada por
hacer, no renuncies a tus sentimientos, a ninguno. Vive dejándote llevar, ¿por
qué no? Habrá quién piense que eso es de locos, que no puedes ir por ahí así,
sin rumbo. Y hoy me he parado a pensar y les digo: ¿por qué no? ¿por qué no
puedo dejarme llevar a donde las casualidades quieran llevarme? ¿por qué no
puedo salirme de la carretera por la que todos van? ¿por qué no puedo vivir mi
vida a mi gusto, y no como los demás esperan que lo haga? Al fin y al cabo voy
a ser yo quién viva con esas decisiones. Así que hoy he decidido que
voy a vivir, con mis defectos y virtudes, con mis altos y mis bajo, con mis
subidas y mis tropiezos. Puede que tenga que renunciar a ciertas cosas por el momento para conseguir otras, pero si algo realmente importante se queda por el camino, tendré la valentía de
volver hacia atrás a buscarlo. No dejaré que se me queden cosas por hacer.
Voy a vivir de verdad, porque eso no es lo mismo que seguir respirando.
A great big world.
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