jueves, 16 de junio de 2011

Cuantas veces te habré echado de menos Cuantas veces te habré necesitado y lo único que conseguí fue que te rieras de mi en mi cara. Cuantas veces te habré llorado en silencio hasta quedarme sin lágrimas, sin ganas de otra cosa que no fuera escuchar tu voz, aunque fuera para decirme lo que tanto miedo me da escuchar. Cuantas veces habré extrañado un beso o una caricia tuya, o simplemente el hecho de volver a oler una vez mas ese olor que todavía no he conseguido sacar de mi. Al igual que tampoco he podido sacar el recuerdo de tus labios y tu sonrisa, de tus ojos y tu mirada, de la forma en la que me tocabas. Pero sobre todo no he podido sacar de mí la forma de quererte, de necesitarte, y créeme que duele. Duele hasta no poder más, y no tengo duda de que siempre significarás demasiado para mí y aunque el primer clavo deja una marca al sacarlo, si no lo sacas se oxidará y será peor. Así que hoy he decidido sacarte de mi mente y rehacer los pedazos en lo que se ha convertido mi vida desde que te conocí. Él me ha devuelto la ilusión y las ganas de volver a querer a alguien. Me ha enseñado que aunque no pueda prometerme nada y no haya nada seguro, alguien puede tratarte como te mereces simplemente porque ha querido ver más allá de lo que enseñas, más allá de lo que dejas ver. Se ha interesado por conocer mi razón de ser, mi forma de ver las cosas, mi forma de apreciar a quien me aprecia, sin juzgar antes de tiempo ni con una idea precipitada de lo que soy.
Quizás no pase nada, quizás todo quede en el aire, quizás tan pronto como vino se volverá a ir; pero el recuerdo de como te has portado quedará en mí, porque has cambiado mi forma de verlo todo. Me has devuelto la ilusión; me has devuelto la vida.



No hay comentarios:

Publicar un comentario