Porque mi forma de ser no tiene nada que ver con de donde soy, como me llamo o como actue, depende de mis miedos, mis virtudes y defectos, depende de la forma en la que trato a mis amigos y familia, y la forma en que soy capaz de callarme para no herir a los que quiero. Mucha gente le da demasiada importancia a gestos que no tienen nada que ver con la personalidad de alguien, porque que quieras disfrutar sin depender de alguien, realizar tus sueños por tí misma o ser feliz sin estar atada a cualquier cosa no tiene nada malo. Es más, si vas a actuar pensando en lo que le parecerá bien o mal a la gente, tu vida dejará de ser tuya y entonces ni tu misma podrás reconocerte. Porque toda la vida es poca para conocer a alguien, así que no dependas de las opiniones inacabadas de los demás.

Porque recuerda, que aunque seas un pez pequeño

en un gran océano, no eres insignificante.