Cuantas veces habrás llorado por aquel fallo que cometistes, cuantas veces habrás sacado cualquier tema absurdo para volver a hablar con él, para hacegurarte de que sigues en su vida, aunque sea simplemente porque te haya dedicado unas palabras, cualquier cosa te basta, cualquiera. Cuántas veces te habrás parado a mirar su foto, y al hacerlo recuerdas de golpe todo lo vivido junto a él, cada sonrisa que te dedicó, cada mirada que te ofreció, cada beso que te dió. Cuantas veces habrás querido retroceder o detener el tiempo un instante para besarle sin que se diera cuenta. Darle ese último beso que nunca le distes. Ese beso en el que cada noche al recordarlo suspiras. Ese beso que tanto te arrepientes de no haber tenido el valor suficiente para darle. Ese beso que nuca llegó y, seguramente, nunca llegará.
Intentastes engañarte, una y otra vez. Hasta que un día te paras a pensar en todo, y te das cuenta de lo que pudistes tener y no tienes. Y en ese momento te odias, te odias más que a nada, por haber sido tan estúpida para cometer aquel fallo que cambió tu vida para siempre, te odias por saber que no volverás a vivir esos momentos que tanto disfrutastes. Porque aunque tuvieras otra oportunidad nada volvería a ser lo mismo, por mucho que intentes convencerte de lo contrario, no podrás. Y aunque dicen que hay un motivo para que las personas de tu pasado no estén en tu futuro, no hay consuelo que te haga olvidarlo, no puedes, asi de simple. Inunda cada rincón de tu corazón, ocupa cada centímetro de tu mente, está en cada recoveco de tu alma. Formó, forma y formará parte de tí siempre, aunque duela, será asi. No importa lo que hagas, no habrá nadie en el mundo que te haga sentir lo que sentistes por él, no habrá nadie, si realmente lo quisistes, no habrá nada que te haga olvidarlo. Nada ni nadie.
No hay comentarios:
Publicar un comentario