Enamórate del que te de la mano delante de todos sin importarle nada más, del que no le importe si engordastes o adelgazastes. Enamórate del que te diga todo lo que le importas, del que te quiera enseñar al mundo cuando estés desarreglada.
Si fuera tan fácil, habría elegido enamorarme de tí hace mucho. Pero la realidad es otra y nadie puede elegir de quien se enamora, puede intentarlo, pero es di fícil. Puedes quererlo, y querer estar con él, pero querer a alguien es muy distinto a estar enamorado. Si logras enamorarte de alguien que está enamorado de tí, no lo dejes escapar, y lucha por que permanezca a tu lado, porque realmente valdrá la pena.

...aún así, y aunque no te enamores de esa persona a la que tanto quieres, dale una oportunidad, a veces no funciona pero por intentarlo no pierdes nada. E incluso puede llegar a ser algo más, sólo pregúntate ¿por qué no?

-Que me repondes si te digo: ¿que quieres hacer antes de morir?
+ Pues te respondería que quiero viajar por todo el mundo, visitar lugares extraños que me hagan sentir viva de nuevo, probar comidas exóticas, hacer puenting, lanzarme de un avión en paracaídas, cantar bajo la lluvia, ver películas de amor mientras lloro y como helado, salir con mis amigas y contarnos infinidad de cosas, aprender palabras clave en algún idioma extranjero, aprender a bailar, decirle a los que son importantes en mi vida lo mucho que los quiero, soñar despierta, ver un atardecer en un lugar especial, sentir emociones que no se pueden explicar, enamorarme, disfrutar. ¿Y tú que harías?
-Mi respuesta es más corta que la tuya, yo solamente te quiero a tí.
 

Dónde hubo fuego, siempre quedarán cenizas.

Cuantas veces habrás llorado por aquel fallo que cometistes, cuantas veces habrás sacado cualquier tema absurdo para volver a hablar con él, para hacegurarte de que sigues en su vida, aunque sea simplemente porque te haya dedicado unas palabras, cualquier cosa te basta, cualquiera. Cuántas veces te habrás parado a mirar su foto, y al hacerlo recuerdas de golpe todo lo vivido junto a él, cada sonrisa que te dedicó, cada mirada que te ofreció, cada beso que te dió. Cuantas veces habrás querido retroceder o detener el tiempo un instante para besarle sin que se diera cuenta. Darle ese último beso que nunca le distes. Ese beso en el que cada noche al recordarlo suspiras. Ese beso que tanto te arrepientes de no haber tenido el valor suficiente para darle. Ese beso que nuca llegó y, seguramente, nunca llegará.
Intentastes engañarte, una y otra vez. Hasta que un día te paras a pensar en todo, y te das cuenta de lo que pudistes tener y no tienes. Y en ese momento te odias, te odias más que a nada, por haber sido tan estúpida para cometer aquel fallo que cambió tu vida para siempre, te odias por saber que no volverás a vivir esos momentos que tanto disfrutastes. Porque aunque tuvieras otra oportunidad nada volvería a ser lo mismo, por mucho que intentes convencerte de lo contrario, no podrás. Y aunque dicen que hay un motivo para que las personas de tu pasado no estén en tu futuro, no hay consuelo que te haga olvidarlo, no puedes, asi de simple. Inunda cada rincón de tu corazón, ocupa cada centímetro de tu mente, está en cada recoveco de tu alma. Formó, forma y formará parte de tí siempre, aunque duela, será asi. No importa lo que hagas, no habrá nadie en el mundo que te haga sentir lo que sentistes por él, no habrá nadie, si  realmente lo quisistes, no habrá nada que te haga olvidarlo. Nada ni nadie.

Poque te crees que lo sabes todo, porque sólo has pensado en tí, sin intentar siquiera entender la situación del otro, sin pararte a pensar que para mí fue también difícil decir lo que dije, porque te crees que eres el único que ha sufrido y que lo ha pasado mal, pero dejame decirte una cosa, no sabes nada. Te has equivocado en todo. Estabas tan ciego con tu dolor que no vistes mas allá de él, sin al menos ponerte en mi lugar, si lo hubieras hecho te habrías dado cuenta de que todo tiene su explicación, incluso esto: tuve miedo. Miedo a que por cualquier fallo mio te perdiera tambien como amigo, a que me dijeras todo aquello para conseguir algo de mi, a que me fallaras. Y así fue como te alejastes de mí, intentando hacerme creer que me habías olvidado, pero déjame decirte que no lo has hecho, ¿que como lo sé?, muy fácil, yo tampoco.

...no te vayas de mi lado, no me dejes aqui, no te olvides de mí.

No quiero escuchar tus escusas ni disculpas.
No quiero escucharte ni a tí ni a tu voz. 

Solamente quiero que desaparezcas de mi vista

y de mi vida para no volver más.

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No se trata de olvidar,

sino de recordar sin que duela.